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sábado, 12 de mayo de 2007

El hombre envidioso



La otra vez hablaba del egoísmo como parte de la esencia humana. Ahora voy a hablar de otro "supuesto pecado capital", que es la envidia.

Todos sabemos que la envidia, es un sentimiento de desear lo que no se tiene, y que la otra persona tiene. Siempre nos criticamos por ser envidiosos o criticamos a los demas por serlo, pero nunca nos preguntamos ¿entonces para que existe la envidia?, ¿Por qué a lo largo de la historia de la humanidad, ha existido la envidia?. Simplemente, porque la envidia, es una caraterística inherente a la supervivencia del ser humano.

Es cuestión de ponerse a pensar un rato, todos los logros que uno ha conseguido en su vida; si regresamos el tiempo y buscamos la raíz que nos motivó a buscar los logros, muchas veces fue la envidia el motor que nos llevó a movernos. Un ejemplo facil, imaginemos que Pedro toca el violín, y toma clases en un instituto en el cual, el es el mas habil. Al no tener tal vez una referencia de algún violinista mejor, probablemente se quede sentado en sus laureles, y sienta que como el es el mejor, entonces está aprendiendo correctamente. Pero imaginemos que Pedro se cambia a un instituto mas avanzado en otro país, donde estará rodeado de violinistas profesionales; al llegar al instituto probablemente se sentirá frustrado por ser el peor de la clase, y entonces pensara -¿Por qué yo no toco como ellos?, yo quisiera tocar así. Entonces esa envidia hará que Pedro dedique mas tiempo a sus estudios, para alcanzar a los otros violinistas. Entonces Pedro terminará siendo un mejor violinista.

La envidia y la democracia

Algo que me llamó mucho la atención acerca de este tema, es lo que comenta Fernando Savater (ver link), de que incluso la envidia, puede fomentar la democracia. Por ejemplo, cuando un empleado dice ¿porque el jefe injusto está ahí donde está siendo una mala persona y yo que trabajo mucho y me dedico, soy un empleado cuatromilpesero?. Entonces gracias a esta envidia, el podrá sugerir al director, que coloquen a un jefe mas preparado o capaz, o incluso que si el llega a invertir en un nuevo negocio, va a ser un hombre mas justo con los empleados. De esta forma, la envidia puede lograr hacer que el pueblo vigile las altas esferas del poder, les pida a los políticos que rindan cuentas, y que tengan un mejor trato en sus trabajos.

Si no existiera esa envidia, no existiría ni la competitividad (que al menos en el terreno económico ayuda), ni el deseo de superarse constantemente. Porque si no codiciaramos los bienes o talentos ajenos, nos quedaríamos parados en donde estamos, y no nos preocuparíamos por mejorar.

La envidia y la publicidad.

Hablar de la envidia en los tiempos actuales, invita a hablar de la publicidad, porque esta primera es el primer pretexto para los publicistas. Para que funcione la publicidad, no solo hay que satisfacer necesidades, hay que crearlos. En los comerciales nos presentan a un marido feliz y atractivo, una mujer ligadora, una familia triunfadora, un cuerpo esbelto. Nos dicen que es lo que hay que envidiar, y nos presentan escenarios que muchas veces rayan en lo utópico, ¿cual es el medio para lograr ese escenario?, ah, pues compra mi producto. Este es un problema porque se están envidiando situaciones idealistas, que no se pueden sostener a lo largo de una vida (menciono algo de esto en el artículo pasado). Nos dicen que comprando tal marca, puedes llegar a tener una familia siempre feliz como la del comercial; las amas de casa se llenan de envidia y van al supermercado a hacer sus compras. Pero lo que no saben es que es imposible ser feliz y exitoso toda la vida, para mejorar y conseguir nuestros objetivos, necesitamos padecer escasez, y llenarnos de envidia, para ir mejorando poco a poco, y aspirar a ser mas felices, y cuando lo somos, necesariamente surgirán otras envidias, con lo cual no solo es imposible llegar a ser como el comercial nos dice que vamos a hacer (y menos con la cómoda tarea de usar la tarjeta de crédito y comprar el producto), sino que además hay que sostenerlo y por naturaleza del ser humano, al llegar a ese punto, necesariamente buscaremos llegar a otros. Y si ya logramos satisfacer el tener una familia feliz, ahora el siguiente objetivo será envidiar el BMW que aparece en la televisión.

Este es el principal problema de la publicidad, donde mas que jalar las orejas a los publicistas; se debe informar y formar a la gente (tanto padres, como escuelas), para que sepan defenderse ante tantos impulsos que presentan, y los publicistas en lugar de ofrecer deseos, busquen ganar clientes en base a la calidad del producto. No se trata de castigar o reprimir, sino de informar. Y que nosotros envidiemos los productos en base a lo que nos ofrecen, y no en base a lo que nos dicen que debemos envidiar.

Cuando es mala la envidia

La envidia no es mala en sí, como ya hemos explicado, el problema es lo que se envidia, y la escala de valores que tenemos, con la cual en base en ella, envidiaremos algunas cosas y otras no. Ahí está el ejemplo de la publicidad, donde expliqué que se busca que el cliente envidie escenarios irrealizables con el fín de generar utilidades. La envidia es mala, cuando el objetivo a envidiar no es positivo (un político corrupto que envidia tener mas poder por ejemplo) o cuando el medio para satisfacer esa envidia es destructivo (robar dinero para comprar el coche anhelado) y afecta a terceras personas, o genera rencores en lugar de ser una motivación para superarse día a día.


Enlace recomendado:


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que ya has comentado que trabajas en el marketing. Lo que no me explico es que no estes explotando tus conocimientos.

Digo esto porque el diseno de tu pagina se me hace bastante malo. Y no lo digo para ofender, solo me da curiosidad que un estudiante de publicidad tenga un blog sin un buen diseno artistico.

Otra sugerencia: tu texto sobre la envidia esta redactado como para ser leido en un kinder. Creo que los internautas ya rebasaron ese nivel.

Saludos y no te rindas.

Lector dijo...

Amen!

ps: el del comentario anterior no te envidia XD

Cerebro dijo...

A ver compa. Te recomiendo mas que investigues sobre que es mercadotecnia, y te podrás dar cuenta que el que diseña no es el mercadólogo, para eso está el diseñador gráfico; si bien he empezado a entrarle a esta onda del Photoshop, illustrator etc..., no es el diseño gráfico a lo que estoy orientado. Además no hice este blog con la intención de "vender" o impresionar a los internautas con colores e imágenes.

De la escritura, no he estudiado ni filosofía, ni redacción; no soy un escritor profesional compa

Anónimo dijo...

Coincido plenamente con todo lo expresado , me gustaría sin embargo añadir dos elementos : la envidia , buena es la que torna en ideal , en admiración , en ejemplo a seguir , por lo tato nos hace mejores, y crece la civilización , la maala , es la que produto de un exceso en la misma , la persona queda anclada en ello, y no solo no desea mejorar o tener aquello que envidia , lo que desea es que desaparezca el bien del otro para ya no sufrir. Otra cuestion , es que en el fondo de nuestra naturaleza , lo que se envidia es el otro , es la diferencia , lo otro , porque soy yo y no soy otro, la comparación es inevitable.